Juego de Tronos es un desastre por estas razones

Por Juan Carlos Rincón Escalante
La última temporada de Juego de Tronos ha estado malísima. En este videoensayo, realizado para El Espectador, exploro algunas de las razones que han causado decepción entre muchos de sus fanáticos.
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Cómo el algoritmo de Facebook me conoce mejor de lo que yo me conozco, hace poco me sugería un artículo de Vox (que hoy no me acuerdo cómo se llama) que justamente exponía estos mismos argumentos (o a lo mejor no, pero en el Transmilenio un artículo siempre lleva a otro y a otro y al final se revolvieron en mi cabeza). Y me sentía profundamente conflictuada, y no porque defienda está temporada, ni porque no tengan razón en algunas cosas (el ritmo en la narración, diálogos bobos), sino porque en últimas lo que más me ha jodido de esta temporada es la falta de confianza en sus espectadores y en su propia construcción de historia, que, para mí, son lo que los lleva a tomar desiciones desacertadas.
Por ejemplo, Daenerys quemando la ciudad sin necesidad en un arrebato no es impensable. Basta con mirar el arco que han construido para ella: una persona con una buena brújula moral que la lleva a pensar en los desfavorecidos porque ella misma lo fue, pero que criaron convencida de que por linaje merece el poder (no en vano utiliza los títulos «a los que tiene derecho» sin haber puesto un pie en Westeros), y que precisamente por eso y por ser moralmente superior tiene el poder de castigar a quienes no lo son, y a través de ello sentar ejemplos, incluso si en el proceso se ven afectados inocentes. El objetivo del todo encomiable de esta mesías, justifica para ella los medios que utiliza. Tampoco es la primera vez que muestran que puede ser vengativa y que en ocasiones ambas razones se entrecruzan (v.g. la muerte de Viserys, el castigo a los dueños de esclavos o los que le robaron sus dragones, etc.)
Hasta aquí bien: al final mediante un buen dialogo y sin la necesidad de obviedades llegaremos a la conclusión, incluso en 6 capitulos, de que, hombre sí, Daenerys tenía bien el diagnóstico y las intenciones pero los medios no aplicaban y lástima pero ya se había salido mucho tiempo con la suya haciendo ese tipo de vainas. Y sí, que mierda, pero obviamente en algún momento sus súbditos se iban a revelar (asumiendo que la maten al final de la temporada). Pero no, había que meterle más, muchas más razones y muy rápido para que nos quedará claro, clarísimo porque lo hace: ella quema la ciudad no solo en un afán de castigar a Cersei por cosas que ella considera moralmente deplorables (que todos sabemos que sí hizo) y para que a nadie se le vuelva a ocurrir cuestionar su poder (racional aunque desmedido), sino que tienen que ser personales y que caen en estereotipos de género (pobre madre sin sus hijos, pobre mujer envidiosa de un hombre, histérica y rechazada, pobre mujer a la que le mataron a su amiga) porque todos sabemos que las mujeres son irracionales cuando se ponen emocionales. Por si las moscas podemos arrojar cada dos por tres que los Targaryen pueden ser desequilibrados mentales, no hay solución posible y son un riesgo (gracias por perpetuar estigmas y prejuicios).
Creo que sobre Varys, Tyrion, Cersei y demá, así como de las desiciones que han tomado en estos 6 capitulos podrían decirse cosas parecidas, sin decir que toda la culpa la tiene el haber puesto todo el dinero en lo visual. En últimas juego de tronos es un ensayo visual de ciencia política, que no tiene una tesis muy original, pero si una manera particular de ser contado y que sorprende por este mismo motivo, así vaya a aterrizar (cómo tiene que hacer por fuerza) en lugares comunes. Su falta de confianza en que construyeron una narrativa con la que llegar a ello, los llevo a saturarla de explicaciones no pedidas. Ah bueno, y también que nos creyeron idiotas.