Censurados: Cero no es objetivo
En una ocasión, en el facebook de Censurados: Cero, me preguntaron que si no estábamos perdiendo objetividad al promover tan abiertamente las opiniones. En ese momento respondí lo que creo, y lo que tácitamente comparten quienes han estado trabajando conmigo en este proyecto: la objetividad es una utopía. Y una utopía peligrosamente engañosa.
Todo lo que «somos», hacemos y, más aún, comunicamos, está subordinado a nuestras experiencias. Uso una definición amplia de experiencias, en la cual incluyo los prejuicios (conscientes o inconscientes) y las convicciones, para referirme a ese paquete de opiniones que estructura la forma en que vemos el mundo. Todos tenemos diferentes formas de entender (Nietzche diría que no hay hechos sino interpretaciones) las situaciones, los debates, los conflicto morales, y por más que intentemos abstraernos de lo que pensamos en búsqueda de esa preciada objetividad, al final del día somos esclavos de ese paquete de experiencias que nos define.
Es por lo anterior que la objetividad, si bien es un noble fin, no deja de ser un sueño inalcanzable. Nuestra forma de ver el mundo se manifiesta incluso sin darnos cuenta. Puede estar presente en un signo de puntuación puesto de tal manera, o en la elección de un título para lo que reportamos. Les dejo como tarea comparar titulares de la misma noticia en El Tiempo y El Espectador para ver hacia que lado del asunto de inclina cada uno.
Creo que la mejor manera de aproximarse a temas tan complejos como los que se tratan en este y otros espacios es a través de la sinceridad y la transparencia. Admiro la sinceridad de un autor que dice «yo creo en a, b, c y d» por las razones»e, f y g», y luego pregunta «¿qué opinan ustedes?». De esta manera, quien lee puede tener una visión más amplia de la opinión expuesta, y, además, puede contrastar sus propias convicciones.
Ahora, por supuesto, surge un problema importante: las opiniones son construidas sobre hechos. La opinión de alguien sobre el presidente electo, por ejemplo, puede depender de si cree o no que los asesinatos extrajudiciales (falsos positivos) son su responsabilidad. El problema empieza en los hechos. ¿Cómo sabemos que los hechos que nos reportan los medios son objetivos?, ¿cómo sabemos que no persiguen una agenda política? ¿cómo sabemos que nos están contando toda la historia? ¿cómo conocemos lo que no ha sido desvelado?
En últimas todo se reduce a una importante pregunta: ¿cómo sabemos la verdad?, y, quizás, ¿existe tal verdad?
No es mi intención plantear un debate para responder la última interrogante, pero si me interesa la que planteé antes. ¿Qué tanto sabemos en Colombia?
Los medios grandes nos muestran noticieros con titulares casi calcados, y la dicotomía gobierno-oposición se presenta con discursos superficiales y que son más subjetivos que los artículos de la página en la que escribo. Sin embargo, ¿qué tanto sabemos de la situación del país?
¿Qué tanto sabemos, por ejemplo, de la guerra? Sí, es de conocimiento popular que nuestro ejército es poderoso y que la guerrilla está siendo derrotada, pero, ¿sabemos cómo son los combates? ¿hemos visto cómo es esa victoria? ¿cómo tratan nuestros soldados a los desmovilizados? ¿cómo quedan los pueblos donde hay combates? ¿cómo es la vida de un desplazado? ¿cómo es la vida de un guerrillero? ¿de qué manera se está peleando esta guerra?
Sabemos, en otro tema, que el servicio de salud está mal. Pero, ¿hemos visto cómo funciona por dentro? ¿sabemos cómo son las cosas en las urgencias, en los hospitales? ¿sabemos cómo es la vida de las personas que no pueden llegar a un centro de salud?
Y estamos en la oscuridad sobre muchas otras cosas. ¿Cómo es la vida en el campo? ¿cómo es la vida de un soldado? ¿cómo viven nuestros indígenas? ¿cómo funciona la red de corrupción en el país?
Todo esto y más son noticias que no caben en noticieros de 1 hora, ni que son reportados en diarios y otros medios de comunicación.
Existen nuevos e interesantes esfuerzos, sin embargo, la gran mayoría de los colombianos (me incluyo) no tenemos la más remota idea de qué sucede y cómo sucede lo que acontece en nuestro país. Y aún así pretendemos ser objetivos.
Si queremos llegar a algo similar a la objetividad, primero debemos exigir que haya más luz sobre lo que sucede en nuestro país.
Mientras tanto, desde Censurados: Cero seguiremos diciendo lo que pensamos, los motivos que nos llevan a pensarlo, y pidiendo tu valiosa opinión. Esa es nuestra objetividad.
Fotografía: (cc)j / f / photos
Mi editorial en Censurados: Cero