No seas malvada, China
Los derechos no son derechos si te los pueden quitar, son privilegios.
George Carlin
Fundé esta página porque creo firmemente en que la base fundamental de nuestra sociedad es la idea de que las palabras son más poderosas que la espada.
Vivir sin libertad no es vivir, es sobrevivir. Un ser humano es prisionero si sus palabras son censuradas, si la información se le oculta, si no tiene la oportunidad de escuchar lo que otros piensan, si no puede elegir lo que cree, si no puede pensar por su propia cuenta.
Pero un hombre libre es peligroso, puede empezar a dudar, puede empezar a preguntar, puede darse cuenta de que el orden establecido puede no ser el mejor para su país, para su libertad, para vivir. Un idiota es más práctico para aquellos que están en la cima.
Al gobierno no le importas tú, ni tus hijos, ni tus derechos, ni tu bienestar, ni tu seguridad. Sólo le interesa su propio poder, es lo único: mantenerlo y aumentarlo hasta donde sea posible.
George Carlin
La muestra más descarada de la necesidad de coartar la libertad del hombre y hacer todo lo posible por evitar que piense se encuentra en la, cínicamente nombrada, República Popular China.
China viola los derechos humanos y las libertades humanas por montones, sin embargo, en este artículo sólo quiero hablar de el alto grado de censura que tienen en internet. El gobierno no permite que quién busque en Google temas políticos (como, por ejemplo, el Tíbet) encuentre resultados que puedan comprometer la integridad del orden establecido, en otras palabras, el gobierno Chino obliga a estas empresas a bloquear el acceso a ciertas páginas de internet (como amnistía internacional) y no permite que en los resultados de las búsquedas salgan páginas indeseables. Además de lo anterior, China tiene censores encargados de rastrear artículos de blogs que hablen en tono crítico contra el gobierno para eliminarlos, y también tienen un fuerte monitoreo de los correos electrónicos.
El destacado activista de derechos humanos Liu Xiaobo fue condenado a 11 años de prisión por sus escritos políticos y por su participación en Carta 08, una petición publicada en Internet en la que se reclamaba la reforma democrática y el respeto a los derechos humanos en China.
Actualmente hay 73 escritores en blogs (así como yo) encerrados en la cárcel. (Fuente)
La situación es aberrante. 350 millones de Chinos tienen acceso a internet, pero ven su libertad de navegar limitadas por un gobierno empeñado en censurar…¿acaso tiene algo que ocultar? ¡Por supuesto que tienen algo que ocultar! Hay quienes dicen que China canceló la versión de American Idol (o Factor X) en su país, argumentando que era de «mal gusto», debido a que le permitía a los ciudadanos votar (al parecer muchos chinos se emocionaron con la idea) e infundía prácticas inaceptables en su país. A mi no me cuesta creerlo.
La pregunta tonta en este caso sería la siguiente: ¿por qué, si China viola tan descarademente las libertades, se le ha permitido tener un rol tan importante en la política mundial?
Sencillo, porque por la plata baila occidente.
El mercado Chino es tan poderoso y tan prometedor que los demás países han ignorado los atropellos del gobierno, no hay que incomodar a la gallinita de los huevos de oro.
Sin embargo, y esto lo escribo muy sorprendido, hay una empresa que se cansó de tener que arrodillarse (y permitir que arrodillen a sus usuarios) ante las exageradas exigencias del gobiero de China. Después de recibir un ataque a sus servidores de GMAIL que buscaba interceptar las comunicaciones de varios activistas chinos, Google decidió abandonar el país (al parecer los ataques provenían de computadores relacionados con el gobierno).
Al principio, Google removió la censura de su buscador, acto que iba contra las leyes Chinas y que, por supuesto, inquietó al gobierno. La situación fue impulsada por uno de los dueños de la empresa que había sido victima de las presiones en su Unión Soviética natal. Desde ahí pasaron unos meses de negociaciones entre el gobierno y la empresa que culminaron hace unos días con la noticia de que Google abandonaría China.
Pero Google no se iría en silencio. En una movida peligrosa legalmente, Google permitió que todo ciudadano que visitara google.cn fuese redirigido a la versión de Hong Kong (donde la censura del gobierno Chino no aplica).
China, siempre tan coherente con sus políticas, ha tratado el tema como suele hacerlo en las situaciones incómodas: censurando. El gobierno envió una serie de ordenes a las diferentes cadenas de noticias afirmando que el tema Google es un «incidente de alto impacto», que ha puesto a los ciudadanos de la web a hablar de temas que no son «sólo económicos», y por consiguiente debe ser tratado con cierta diligencia, es decir: 1. Sólo se puede usar contenido publicado en la página web del gobierno central, ninguna otra fuente está permitida. 2. No se puede cambiar los títulos de las noticias. 3. No se pueden abrir foros de discusión al respecto, ni realizar investigaciones periodisticas independientes. 4. Se deben monitorear los comentarios puestos en las páginas de las noticias, etc. (Pueden ver todas las exquisitas órdenes del gobierno aquí)
Google trabajó acorde a su código de conducta: nos seas malvado y se enfrentó a algo que simplemente está mal. Se necesitó una empresa de internet para dar ejemplo y levantarse ante un regimen que no debería ser permitido en el siglo XXI. Ahora otras, como GoDaddy que se rehusó a seguir vendiendo dominions .cn debido a que China le exige dar información detallada de quienes los compran, se han rebelado también.
Google le está demostrando a Estados Unidos y compañia lo que es tener pantalones, y con su decisión de abandonar un poderoso mercado (en el cual no dominaban, pero sí tenían una buena representación) está haciendo ruido y logrando que la gente hable de la precaria situación de las libertades en China.
Es un paso adelante, un paso que apoyo y acompaño. La última frontera de las libertades es el internet y debemos defenderla con todas nuestras fuerzas.
Publicado originalmente en Censurados: Cero
El destacado activista de derechos humanos Liu Xiaobo fue condenado a 11 años de prisión por sus escritos políticos y por su participación en Carta 08, una petición publicada en Internet en la que se reclamaba la reforma democrática y el respeto a los derechos humanos en China.