Entendiendo la mente terrorista
Por Juan Carlos Rincón Escalante
Parte de la investigación para un trabajo que realicé con Silvana Gómez y Sylvia Muñoz. La idea era entender los motivos por los cuales los terroristas se unen originalmente a los grupos, y cuales son las tecnicas que los convencen de cometer actos suicidas.
En el famoso experimento de obediencia de Milgram, se comprobó que la mayoría de las personas acceden a hacerle daño a los demás si creen que lo hacen por una buena causa, o si están bajo órdenes de una fuente respetada. A pesar de los aparentes gritos de dolor provocados por el acto del sujeto, las personas continuaban infringiendo el dolor (disfrazado con el eufemismo de “castigo”) por ordenes del experimentador, o por su creencia de que estaban colaborando en el avance de la ciencia.
“Si en este estudio un experimentador anónimo pudo comandar satisfactoriamente a adultos para someter a un hombre de cincuenta años de edad, y a provocarle doloros choques eléctricos a pesar de sus protestas, uno solo se puede preguntar por lo que el gobierno, con su vasta autoridad y prestigio, puede comandar en sus sujetos.”(1)
La preocupación que plantea Milgram es bien importante. Se refiere a la capacidad que tienen las instituciones o personas reconocidas, en este caso representadas por el gobierno, para generar obediencia en las personas y lograr que lleven a cabo ordenes, incluso contra su voluntad.
Esta autoridad se puede identificar en cualquier tipo de persona: un religioso, un maestro, un experimentador, alguién reconocido en la sociedad, un agente del gobierno, un padre o una madre. Depende de la formación del sujeto, pues es su visión del mundo la que les otorga ese poder sobre la persona misma. Obedecen a la autoridad que ellos reconocen y validan.
Los terroristas que atacaron y destruyeron las torres gemelas, al igual que un alto porcentaje de los miembros de Al Qaeda y redes similares, fueron criados como fieles a la religión islámica, basada en las estrictas escrituras del Corán.
La convicción de los futuros terroristas provoca que reconozcan en los lideres de organizaciones como Al Qaeda la autoridad a obedecer, pues ellos mismos se presentan como los encargados de preservar las enseñanzas del Corán. El honor es una de las enseñanzas que más profesan, venden la idea de que al participar en la Jihad (guerra santa) y atacar al enemigo de la religión, están cumpliendo con lo que dice el Corán.
“Y quienes creen, teman a Allah, y comprendan esto: Él los hará conducirse a través de todo y les perdonará sus pecados. Aquel que obedece a Allah y a sus mensajeros, ya ha obtenido la gran victoria.”(2)
Por esto, es fácil entender como los creyentes se unen a estos grupos terroristas y obedecen generalmente. Los lideres se presentan como los interpretes de un libro sagrado, y los actos que cometen son el camino a la salvación y a el cumplimiento de todo lo que profesan.
No solo la religión influye en el reconocimiento de la autoridad. Se han identificado colegios en los cuales los maestros están afiliados con Al Qaeda. El reclutamiento inicia en las escuelas, a muy temprana edad, con la siempre poderosa imagen del profesor. Los alumnos reconocen en él la autoridad, y por consiguiente tienden a obedecer y creer lo que les diga. Otro motivo más para entender porque se unen a los grupos terroristas.
Por último, también conocemos una gran cantidad de casos en los cuales los padres están aliados con las redes terroristas o buscan hacer negocios con ellos. La figura paterna es otra fuente de autoridad, y su apoyo a las organizaciones como Al Qaeda es un motivante más para que los niños se sientan atraidos, y decidan unirse a ellos. En ocasiones, son los mismos padres los que, a cambio de dinero, obligan a sus hijos a convertirse en suicidas para estos grupos.
Una vez los sujetos se unen al grupo terrorista, empiezan un proceso de entrenamiento en el cual se presentan diferentes técnicas que buscan justificar el empleo de actos violentos. Estas pueden ser analizadas desde la teoría de la “separación moral del combate” de Albert Bandura(3).
Desplazar la responsabilidad: Consiste en distorsionar las acciones y los efectos de las mismas, o culpar a las victimas por las acciones. Esto se evidencia en las primeras páginas del manual de entrenamiento de Al Qaeda, donde se habla de la “hermana cuya ropa ha sido arrebatada” por los “criminales”, los cuales le han “rapado la cabeza” y han “abusado de ella”. Esos “criminales” son también reconocidos como “perros humanos” y por esto los miembros de la organización se comprometen a “convertir a sus mujeres y a sus hijos en huerfanos”, “hacerlos desear la muerte”, “masacrarlos como corderos y dejar que el Nilo y el Eufrates fluyan con su sangre”(4).
Como vemos, también hace presencia el uso de un lenguaje eufemístico, de modo que se justifique la venganza pues ellos se lo han buscado, además, el ser calificados de “perros” los deshumaniza, esto permite hace que usar la violencia “contra personas inocentes” sea “más fácil” pues “no se les percibe como semejantes, ni seres humanos”(5).
Además de estas técnicas, suelen realizarse comparaciones ventajosas. Las atrocidades de los Estados Unidos no son, en su concepto, comparables a lo que están haciendo. “Al Qaeda siempre se refiere a los acontecimientos del 11 de septiembre como ataques a los simbolos del poderío y el afán de consumo de los estadounidenses, nunca el asesinato de unos 3.000 hombres, mujeres y niños.”(6)
“Los gobiernos islámicos jamás se han establecido, y nunca se establecerán a través de soluciones pacíficas y consejos cooperativos. Ellos se establecen como siempre se han establecido: por pluma y arma, por palabra y bala, por lengua y dientes.”(7)
Es por esto que podemos afirmar que los terroristas poseen una visión completamente distorsionada de lo que es el bien y el mal. Ellos hacen lo que creen mejor para ellos mismos, su país y su religión. ¿Cabe decir que son malvados (evil)?
Queremos usar la definición que plantea plantea Irving Sarnoff “La maldad es saber lo mejor pero hacer lo peor”(8) complementada con la de Zimbardo “La maldad puede ser definida como comportandose intencionalmente, o causar que otros se comporten, en formas que discriminan, deshumanizan, hieren, destruyen o matan a personas inocentes”(9) para afirmar que ellos, los terroristas suicidas, han llegado a un nivel de convicción y de distorsión tan amplio que no creen que están cometiendo un acto de extrema maldad.
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Referencias
(1)“If in this study an anonymous experimenter could succesfully command adults to subdue a fifty-year old man, and force on him painful electric shocks against his protests, one can only wonder what goverment, wit its vastly greater authority and prestige, can command of its subjects.” MILGRAM (1965) como lo cita MILLER, Arthur en The Social Psychology of Good and Evil. Cap. 9 What can the Milgram Obedience Experiments Tell Us about the Holocaust?
(2)“O ye who believe! Fear Allah, and make your utterance straight forward: That he may make your conduct whole and sound and forgive you your sins. He that obeys Allah and his messenger, has already attained the great victory” The Al Qaeda Training Manual, recuperado en Manchester (Inglaterra) y traducido por las autoridades inglesas. Publicado en http://www.fas.org/irp/world/para/manualpart1.html, recuperado el jueves 14 de mayo del 2009.
(3)BANDURA, Albert (1999) Moral Disengagement in the Perpretation of Inhumanities. Personality and Social Psychology Review. Stanford University. Vol. 3, No. 3, 193-209.
(4)Op. Cit. Al Qaeda Training Manual.
(5)WEIMANN, Gabriel (sin publicar) The Psychology of Mass-Mediated Terrorism. Instituto de la Paz de Estados Unidos.
(6)Ibidem
(7)“Islamic goverments have never and will never be stablished through peaceful solutions and cooperative councils. They are stablished as they (always) have been…by pen and gun…by word and bullet…bu tongue and teeth” The Al Qaeda Training Manual, recuperado en Manchester (Inglaterra) y traducido por las autoridades inglesas. Publicado en http://www.fas.org/irp/world/para/manualpart1.html, recuperado el jueves 14 de mayo del 2009.
(8)SARNOFF, Irving “Evil is knowing better but doing worse” tal y como lo cita ZIMBARDO, Philip G (2004). The Social Pyschology of Good and Evil. Cap. 2. A situationist Perspective on the Psychology of Evil: Understanding How Good People Are Transformed into Perpetrators. Ed. The Guilford Press. New York. London. P. 22
(9)ZIMBARDO, Philip G. “Evil can be defined as intentionally behaving, or causing others to act, in ways that demean, dehumanize, harm, destroy, or kill innocent people.” Ibidem.