Me pica el corazón y no hallo forma de rascarme. El silencio me ataca, no quiero silencio, silencio cabrón, silencio canson, silencio ruidoso, maldito silencio.
Pero tampoco quiero ruido, no quiero oír voces, no quiero que vengas y me digas lo que mi mente ya sabe, no necesito que lo digas, hace tiempo pasó esa discusión. ¿Qué se le dice al suicida que conoce todas sus razones para seguir con vida? Que la muerte es peor, por supuesto.
Y entonces las paredes se acercan cada vez más. Y mi pecho ya no siente. O siente tanto que ya no se queja. Que lindo, ha superado a su dueño. Y se acercan, cada vez más, me quieren abrazar, un abrazo eterno. ¿Se imaginan morir aplastado por cuatro paredes? Sería muy perturbante ver a un «cubo» humano. Sólo en las comiquitas y en la imaginación.
Los mundos chocan, las sonrisas se alejan pero las lagrimas no vienen. Entonces [sí] estamos jodidos. En ese momento donde no hay tristeza ni felicidad, donde hay la nada, la neutralidad, la inmediatez, la desesperación. Es más doloroso no sufrir que sufrir.
Yo creo que ese es el problema con la mayoría de los depresivos. En realidad no sienten nada.
Yo, por mi parte, no propongo nada nuevo, ni escribo nada coherente. ¿Aún me lees? Gracias, de verdad, gracias, sin ti mis palabras no existirían. Eres mi único amigo, o lo serás en un futuro.
Y el problema de abrazarme con las paredes es ver como la ventana se rompe. Y el paisaje se quiebra. Y las voces se callan. Y el silencio hace ruido. Y la muerte me asusta. Y la falsa soledad ataca. Y la poesía no sirve. Y las palabras se agotan. Y los lectores se alejan. Y el mundo no cambia [sigue sabiendo a mierda]. Y mi corazón sigue picando. Y yo no hallo como rascarlo.
[Jkrincon Out]
http://psicticayfrenetica.wordpress.com/
La vida la construimos paso a paso.
Saludos
Gracias por comentar.
Tu corazón no está cómodo.
No maldices el Silencio, tu mente te ataca… Hay un bombardeo de pensamientos y estas sordo, sin embargo ella persiste, se hace más fuerte pero tú igual, la hechas de lado.
Las palabras de afuera ya las conoces pero, no tienen sentido sin el tu apoyo de tu mente.
Y todo continua, tu ausencia nadie la nota, te hundes dentro de ti mismo… sigue siendo inútil no te escuchas.
Tu corazón no dejará de picarte hasta que lo escuches a él tanto como a tu mente y se logren poner de acuerdo.