¿Donde está el Chapulín Colorado virtual?
Querido diario,
Sigo teniendo pánico. Lo curioso del asunto es que ya no me asusta el marranito, incluso me reí al escuchar que un pasajero del avión que abordé hoy cargaba un cochinito en la maleta, y había estado tosiendo. Creo que me ayudó recordar como nos entretiene montar shows de animalitos con características humanas.
«Eso sí es preocupante: la propagación instantánea del virus del miedo a través de los medios nos está perjudicando más que la gripe. Lo realmente nuevo en este virus es esa cobertura que internet ha convertido en instantánea: ¿cuántas veces al día oímos la palabra gripe o la leemos?»
Marc Siegel, especialista en gripe porcina
Pero, como te decía, siento pánico, y creo que ahora es peor. Tengo entendido que con la llegada de la Web 2.0 (recordatorio personal: buscar en wikipedia «Web 2.0«) los usuarios adquirimos el poder de crear y difundir información. Sin embargo, la censura, componente esencial de cualquier democracia, ha llegado a interrumpir con la idealizada anarquía que tenemos en los internets.
Primero, resulta que los revolucionarios de antaño iniciaron una propuesta para poder monitorear un determinado uso de internet, y como estamos en unión, los países europeos se unieron al barco que busca saltarse la rama judicial, y sancionar a los usuarios piratas ladrones que compartan archivos en redes de intercambio peer to peer.
No me gusta que me llamen ladron, pero no hay otra forma de conseguir una copia de el chocho bonito. Y solo Dios sabe cuanto me gusta esa canción.
Pero, fuera de chiste, me asusta mucho que en Europa esten empleando esas medidas. Todos sabemos que las políticas de los estados subdesarrollados tercermundistas fallidos latinos son una copia exacta de lo que hacen nuestros conquistadores, y eso de monitorear los archivos que intercambiamos en internet es peligroso. El día de hoy pueden revisar si estamos descargando material con derechos de autor, pero una simple reformita a la ley les puede dar autoridad para monitorear lo que ellos quieran. Y ya sabemos que los gobiernos son muy chismosos.
Además, me enteré que Google también me considera un ladron. Oh, San Google, confieso que he pecado, pero no me quitéis la búsqueda de cada día.
Como si esto no fuera suficiente para esconderme bajo una mesa con una pastillita lista (en caso de que vengan por mi), Meneame.net, uno de los pilares de la Web 2.0, presenció una revolución de sus usuarios ante una injusta interpretación de las normas del sitio. La página es una forma de promover noticias importantes y difundirlas a una audiencia de proporciones importantes, sin embargo, los administradores han sido acusados de poner intereses personales sobre el de los usuarios y todo se ha ido al carajo.
Y yo que me había emocionado con una comunidad de usuarios en internet compartiendo noticias rapidamente, alejados de los trucos sucios de los medios tradicionales. Supongo que hay otras opciones.
Al terminar este día tan espantoso, querido diario, decidí entrar al cara de libro para descubrir la respuesta a la pregunta ¿Cual es tu sueño frustrado de pequeño? pero me enteré que por un agujero -sí, el internet es tan sofisticado que hasta tiene agujeros– pueden ver mis intimidades. Y yo que acabo de comprar nueva ropa interior.
Es increible, querido diario, el mundo no se conforma con crear crisis y miedos en la tierra, ahora también nos metimos a joder el ciber-espacio. Bueno, mientras pueda seguir viendo los videos privados de las actrices de Hollywood, todo vale la pena.
Recordatorio: Difundir este manual de COMO evitar la censura en internet.